Hace más de 55 años iniciamos un camino marcado por la calidad, la seriedad y el cumplimiento. Su fundador, Francisco Martínez Olmos, viajó en los años cincuenta desde Garagoa a Bogotá, donde aprendió el arte del linotipo en la comunidad de los Padres Paulinos. Posteriormente trabajó en la revista Cromos durante siete años, experiencia que le dio seguridad en el oficio.

En 1965 contrajo matrimonio con Isabel Ávila, quien lo motivó a independizarse. En 1969, con el fruto de sus ahorros, adquirió su primer linotipo y fundó Linotipia Martínez en un pequeño local de la calle 7ª. Con esfuerzo y dedicación, la pareja adquirió más equipos y en pocos años expandieron el negocio, pasando de elaborar moldes para otras imprentas a ofrecer directamente servicios de impresión.

En 1972 se trasladaron a un local más amplio en la calle 8ª y en 1978 dieron un gran paso al construir su propia bodega en la Cra. 30 con calle 4, donde aún opera la empresa. Con la llegada de los años 80, supieron adaptarse a los cambios tecnológicos, migrando de la tipografía tradicional a la impresión litográfica.

En los 90 se dio el relevo generacional con la incorporación de sus hijos Nélida, Nelson y Francisco, quienes junto a su padre continúan liderando la empresa.

Hoy, Linotipia Martínez es el resultado del esfuerzo visionario de Francisco e Isabel, un legado que integra a colaboradores, proveedores y clientes, y que sigue creciendo con la misma pasión que lo vio nacer.